El diseño del stand de whitley Neill constaba de diferentes estructuras modulares formadas por cajas apiladas y seis módulos ligeros con ruedas que hacían la función de barra donde los camareros podían atender a los clientes y consumidores. La composición presenta un estilo rústico y sobrio a la vez. La distribución constaba a parte de un pequeño habitáculo privado a modo de almacén donde los trabajadores podían depositar sus pertenencias privadas.

La fabricación del Stand fue un proceso laborioso de mecanización de tareas para la elaboración de más de quinientas cajas de madera, barnizadas mediante un proceso de sumersión, el acabado oscuro aporta un tono sufrido que oculta las imperfecciones y el deterioro, de tal modo que permite un ahorro en el mantenimiento de las estructuras. Las estructuras de cajas de madera se ensamblaban mediante unos listones ocultos que hacían la función de bastidores para rigidizar los bloques. Los módulos móviles se realizaron mediante una estructura de listón de madera ligera que permitía su fácil transporte y montaje según las características del espacio. En el interior de los módulos se ocultaban las neveras y diferentes utensilios de hostelería. También se realizaron a parte unos paneles corporativos con musgo artificial que aportaban frescura y hacían juego con el estilo rústico de la composición.

La instalación se realizó en un espacio de exposiciones donde teníamos nuestro espacio reservado. La dificultad estuvo en disponer la distribución correcta según el flujo de personas que recorrían los pasillos que trazaban el perímetro de nuestro stand. Gracias a la polivalencia de las estructuras, el diseño permite la distribución infinita de los elementos de tal modo que podemos adaptar el stand a cualquier espacio.